«¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos...?», les pregunta el celebrante durante el rito del matrimonio[14]. La oración es acción de gracias, alabanza a Dios, petición de perdón, súplica e invocación. Esta expresión sintética es muy profunda. Ap 21, 1). Ef 1, 18), que, en cambio, deben permanecer siempre abiertos a la luz con que el Evangelio ilumina las vicisitudes humanas (cf. Todas las traiciones, deserciones e idolatrías de Israel, descritas de modo dramático y sugestivo por los profetas, no logran apagar el amor con que el Dios-esposo «ama hasta el extremo» (cf. Este libro puede formar un compañero apropiado para mi reciente volumen de 1200 notas, citas y anécdotas, el cual ha tenido buena aceptación por parte de los lectores cristianos. Con la presente carta me dirijo no a la familia «en abstracto», sino a cada familia de cualquier región de la tierra, dondequiera que se halle geográficamente y sea cual sea la diversidad y complejidad de su cultura y de su historia. Algunos de estos derechos atañen directamente a la familia, como el derecho de los padres a la procreación responsable y a la educación de la prole; en cambio, otros derechos atañen al núcleo familiar sólo indirectamente. El significado del Noveno Mandamiento Con el Noveno Mandamiento, Dios nos pone en guardia contra los peligros del camino que nos pueden atraer y alejarnos de Él y de nuestra felicidad. Los cuerpos de los esposos son morada del Espíritu Santo (cf. Toda la vida del matrimonio es entrega, pero esto se hace singularmente evidente cuando los esposos, ofreciéndose recíprocamente en el amor, realizan aquel encuentro que hace de los dos « una sola carne » (Gén 2, 24). [22] Rituale Romanum, «ordo celebrandi matimonium», n. 62, editio typica altera, p. 17. El Esposo es, pues, el mismo Dios que se hizo hombre. Es más justo hablar de «altruismo», que es la antítesis del egoísmo. Pero incluso cuando confían estos cometidos a instituciones eclesiásticas o a escuelas dirigidas por personal religioso, es necesario que su presencia educativa siga siendo constante y activa. ¿Qué exige Jesús con la pobreza del corazón? AMPARO INDIRECTO AMPLIACIÓN DE DEMANDA. Su belleza está precisamente en el hecho de ser exigente, porque de este modo constituye el verdadero bien del hombre y lo irradia también a los demás. Los hijos engendrados por ellos deberían consolidar âéste es el retoâ esta alianza, enriqueciendo y profundizando la comunión conyugal del padre y de la madre. El Padre, creador del universo, y el Verbo encarnado, redentor de la humanidad, son la fuente de esta apertura universal a los hombres como hermanos y hermanas, e impulsan a abrazar a todos con la oración que comienza con las hermosas palabras: «Padre nuestro». El verdadero amor, enseña san Pablo, es distinto: «Todo lo cree. La « hora » de la muerte de Cristo (cf. Hay poca vida verdaderamente humana en las familias de nuestros días. Al afirmar que los esposos, en cuanto padres, son colaboradores de Dios Creador en la concepción y generación de un nuevo ser humano[15], no nos referimos sólo al aspecto biológico; queremos subrayar más bien que en la paternidad y maternidad humanas Dios mismo está presente de un modo diverso de como lo está en cualquier otra generación «sobre la tierra». Rayito de Luz. Por desgracia el pensamiento occidental, con el desarrollo del racionalismo moderno, se ha ido alejando de esta enseñanza. El proceso educativo lleva a la fase de la autoeducación, que se alcanza cuando, gracias a un adecuado nivel de madurez psicofísica, el hombre empieza a «educarse él solo». ¿Acaso porque no se da cuenta de las problemáticas evocadas por quienes en este ámbito sugieren concesiones y tratan de convencerla también con presiones indebidas, si no es incluso con amenazas? El 11 de Octubre de 1992, el Papa Juan Pablo II entregaba a los fieles de todo el mundo el Catecismo de la Iglesia Católica, presentándolo como «texto de referencia» [1] para una catequesis renovada en las fuentes vivas de la fe. Se dice habitualmente que islam significa sumisión total a Dios, lo que es indudablemente cierto, aunque no es menos cierto que ello corresponde a la traducción de solo una parte de la palabra. Es preciso que dichas fuerzas sean tomadas como propias por cada núcleo familiar, para que, como se dijo con ocasión del milenio del cristianismo en Polonia, la familia sea «fuerte de Dios»[59]. Hoy es difícil pensar en una intervención de la Iglesia, o bien sobre la Iglesia, que no se refiera a la civilización del amor. Pablo VI, Discurso a los miembros del Consejo para los laicos durante la audiencia general del 2 de octubre de 1974: Insegnamenti di Paolo VI, XII (1974) 895. La flagelacién del Sefior 3. Pablo VI veía precisamente en éstos cuestiones tan vitales que lo impulsaron a publicar la Encíclica Humanae vitae. Amar es vocación de todos, también de los esposos y de las familias. A lo largo de este año será importante descubrir los testimonios del amor y solicitud de la Iglesia por la familia: amor y solicitud expresados ya desde los inicios del cristianismo, cuando la familia era considerada significativamente como «iglesia doméstica». Entre los numerosos caminos, la familia es el primero y el más importante. He aquí por qué resulta tan significativa e importante para la Iglesia y para el mundo âante todo en Occidente la encíclica sobre el «esplendor de la verdad» (Veritatis splendor). ¿Acaso se quiere decir que ha de definirse el amor simplemente como «antiegoísmo»? Para que el «amor hermoso» sea verdaderamente así, es decir, don de la persona a la persona, debe provenir de Aquél que es Don y fuente de todo don. Lo es en cada situación humana; lo es aún más para quien se abre al Evangelio. 2 Tim 4, 3). Estamos aquí, puede decirse, ante la definición más profunda del hombre: la gloria de Dios es el bien común de todo lo que existe; el bien común del género humano. Por tanto, si Cristo «manifiesta plenamente el hombre al propio hombre»[4] lo hace empezando por la familia en la que eligió nacer y crecer. Maestros de humanidad de sus propios hijos, la aprenden de ellos. El Pecado de Oyuki. Pero hay necesidad de Cristo â«vid» de la que reciben savia los «sarmientos»â para que esta célula no esté expuesta a la amenaza de una especie de desarraigo cultural, que puede venir tanto de dentro como de fuera. ¿Cómo se llega a la pureza del corazón? Baste recordar, por ejemplo, el Año internacional de la juventud, en 1985. [57] Cf. En el recién nacido se realiza el bien común de la familia. En su formulación no se habla explícitamente de la familia; pero, de hecho, se trata precisamente de ella. [59] Cf. Cuando, en virtud de la alianza conyugal, se unen de modo que llegan a ser «una sola carne» (Gn 2, 24), su unión debe realizarse «en la verdad y el amor», poniendo así de relieve la madurez propia de las personas creadas a imagen y semejanza de Dios. Sabemos, sin embargo, que en la sentencia final, referida por el evangelista Mateo, hay otra relación, grave y aterradora: «Apartaos de mí... Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis» (Mt 25, 41-43). Dicha formulación no la exalta «artificialmente», sino que ilumina su subjetividad y los derechos que derivan de ello. El ángel del Señor le hace saber que esto no estaría de acuerdo con su vocación, más aún, que sería contrario al amor esponsal que lo une a María. La Iglesia es consciente de que su presencia en el mundo contemporáneo y, en particular, su aportación y apoyo a la valoración de la dignidad del matrimonio y de la familia, están unidos profundamente al desarrollo de la cultura; de ello se preocupa con razón. Así, este mandamiento, expresando el vínculo íntimo de la familia, manifiesta el fundamento de su cohesión interior. La honra está relacionada esencialmente con la virtud de la justicia, pero ésta, a su vez, no puede desarrollarse plenamente sin referirse al amor a Dios y al prójimo. Que te Perdone Dios … Yo No. En la fiesta de la Sagrada Familia de 1993 se inauguró en toda la comunidad eclesial el «Año de la familia», como una de las etapas significativas en el itinerario de preparación para el gran jubileo del año 2000, que señalará el fin del segundo y el inicio del tercer milenio del nacimiento de Jesucristo. Cooperar con Dios llamando a la vida a nuevos seres humanos significa contribuir a la trasmisión de aquella imagen y semejanza divina de la que es portador todo «nacido de mujer». En este sentido, tanto el hombre como la familia constituyen «el camino de la Iglesia». Me he referido a dos conceptos afines entre sí, pero no idénticos: «comunión» y «comunidad». Sin esta verdad, la vida de los esposos no llega a alcanzar un sentido plenamente humano. Reviste una elocuencia profética el hecho de que Jesús, desde su nacimiento, se encontrara ante amenazas y peligros. ¿Puede existir, a nivel humano, una «comunión» comparable a la que se establece entre la madre y el hijo, que ella lleva antes en su seno y después lo da a luz? La familia que nace de esta unión basa su solidez interior en la alianza entre los esposos, que Cristo elevó a sacramento. Ciertamente, la entrega recíproca del hombre y de la mujer no tiene como fin solamente el nacimiento de los hijos, sino que es, en sí misma, mutua comunión de amor y de vida. 6. 2531 La pureza del corazón nos alcanzará el ver a Dios: nos da desde ahora la capacidad de ver según Dios todas las cosas. Sin embargo, actualmente se prefiere poner de relieve todo lo que en la familia âque es la más pequeña y primordial comunidad humanaâ representa la aportación personal del hombre y de la mujer. 1. La paternidad y la maternidad representan un cometido de naturaleza no simplemente física, sino también espiritual; en efecto, por ellas pasa la genealogía de la persona, que tiene su inicio eterno en Dios y que debe conducir a él. Se sabe que el Redentor pasó gran parte de su vida oculta en Nazaret: «sujeto» (Lc 2, 51) como «Hijo del hombre» a María, su Madre, y a José, el carpintero. Por esto se puede afirmar que la civilización del amor se basa en la revelación de Dios, que «es amor», como dice Juan (1 Jn 4, 8. La pureza es la renuncia total al uso de la sexualidad si esta fuera del matrimonio. Hay aquí una cierta analogía con el culto debido a Dios. Tal iniciativa pone de manifiesto que la cuestión familiar es fundamental para los Estados miembros de la ONU. ... El Noveno Mandamiento. [10] Rituale Romanum, «ordo celebrandi matimonium», n. 74, editio typica altera, p. 26. En la creación Eva se manifiesta a Adán; a lo largo de la historia las esposas se manifiestan a sus esposos, las nuevas parejas humanas se dicen recíprocamente: «Caminaremos juntos en la vida». El amor incluye el reconocimiento de la dignidad personal del otro y de su irrepetible unicidad; en efecto, cada uno de ellos, como ser humano, ha sido elegido por sí mismo[45], por parte de Dios, entre todas las criaturas de la tierra; sin embargo, cada uno, mediante un acto consciente y responsable, hace libremente una entrega de sí mismo al otro y a los hijos recibidos del Señor. En la genealogía de la persona está inscrita la genealogía de la familia, lo cual quedará para memoria mediante las anotaciones en el registro de Bautismos, aunque éstas no son más que la consecuencia social del hecho « de que ha nacido un hombre en el mundo » (Jn 16, 21). Pero, ¿es realmente verdad que el hijo no aporta nada a la familia y a la sociedad? El Concilio ha recordado que la santidad es la vocación universal de los bautizados[58]. Para nosotros hoy, el noveno mandamiento dice: "No desearás la mujer de tu prójimo". En definitiva, se trata pues de una honra recíproca. Después de la severa prohibición de representar al Dios invisible con imágenes (cf. Esta respuesta tiene una importancia fundamental para comprender la familia, especialmente en la perspectiva de la civilización actual, que, como se ha dicho, parece haber renunciado en tantos casos a ser una «civilización del amor». Sin embargo, esta maravillosa verdad es humanamente difícil de ser aceptada y vivida. Un amor no «hermoso», o sea, reducido sólo a satisfacción de la concupiscencia (cf. En nuestros días, ciertos programas sostenidos por medios muy potentes parecen orientarse por desgracia a la disgregación de las familias. Mt 9, 15). Todo lo espera. Así sucede en el evangelio respecto a María y José, los cuales, en el umbral de la nueva alianza, viven la experiencia del «amor hermoso» descrito en el Cantar de los cantares. 1 Co 13, 4-5). La Iglesia toma parte en los gozos y esperanzas, tristezas y angustias[2] del camino cotidiano de los hombres, profundamente persuadida de que ha sido Cristo mismo quien la conduce por estos senderos: es él quien ha confiado el hombre a la Iglesia; lo ha confiado como «camino» de su misión y de su ministerio. Para muchos la civilización del amor constituye todavía una pura utopía. La clave de la respuesta está en la expresión conciliar: «una entrega sincera». Incomparablemente más grande es, sobre todo, la fuerza de la Eucaristía. Es entonces cuando el hombre y la mujer, en la « verdad » de su masculinidad y femineidad, se convierten en entrega recíproca. Esto es válido también para la familia, que no es solamente la «célula» fundamental de la sociedad, sino que tiene también su propia subjetividad, la cual encuentra precisamente su primera y fundamental confirmación y se consolida cuando sus miembros invocan juntos: «Padre nuestro». El «no me habéis recibido» de Cristo implica también a instituciones sociales, gobiernos y organizaciones internacionales. Entre tanto, decimos que esto no disminuye el significado esencial del imperativo «honra», vinculado por su naturaleza con una actitud desinteresada. La familia es expresión y fuente de este amor; a través de ella pasa la corriente principal de la civilización del amor, que encuentra en la familia sus «bases sociales». El Señor nuestro Dios es el único Señor» (Dt 6, 4). Desde el momento de la concepción y, más tarde, del nacimiento, el nuevo ser está destinado a expresar plenamente su humanidad, a «encontrarse plenamente» como persona[18]. PRESENTACIÓN. Cuando os reunís para comer y estáis unidos entre vosotros, Cristo está cerca. En el momento del acto conyugal, el hombre y la mujer están llamados a ratificar de manera responsable la recíproca entrega que han hecho de sí mismos con la alianza matrimonial. Faltan las personas con las que crear y compartir el bien común; y sin embargo el bien, por su naturaleza, exige ser creado y compartido con otros: «el bien tiende a difundirse» («bonum est diffusivum sui»)[24]. El libro del Génesis nos presenta esta verdad cuando, refiriéndose a la constitución de la familia mediante el matrimonio, afirma que «dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne» (Gn 2, 24). Sin embargo, en el designio de Dios la vocación de la persona humana va más allá de los límites del tiempo. Quinto Mandamiento No matarás. La que no podía amar) – meksykańska telenowela wyprodukowana przez Televisę.Producentem telenoweli jest José Alberto Castro.Adaptacja utworu o tej samej nazwie Delii Fiallo.. W rolach głównych wystąpili Ana Brenda Contreras, Jorge Salinas i José Ron.Główni antagoniści to m.in. Sin embargo, esto debe hacerse siempre aplicando correctamente el principio de subsidiariedad. Aun manifestando comprensión materna por las no pocas y complejas situaciones de crisis en que se hallan las familias, así como por la fragilidad moral de cada ser humano, la Iglesia está convencida de que debe permanecer absolutamente fiel a la verdad sobre el amor humano; de otro modo, se traicionaría a sí misma. 20, 17). Sabéis que Cristo, como buen pastor, está dispuesto a dar su vida por la grey (cf. Es el evangelio del amor la fuente inagotable de todo lo que nutre a la familia como «comunión de personas». La respuesta de los novios corresponde a la íntima verdad del amor que los une. Hablé de este tema en la Asamblea de la UNESCO en París, en 1980, y a ello me he referido luego varias veces por su innegable importancia. ¿Qué exige el noveno mandamiento? 21). La Iglesia enseña la verdad moral sobre la paternidad y maternidad responsables, defendiéndola de las visiones y tendencias erróneas difundidas actualmente. En el consentimiento matrimonial los novios se llaman con el propio nombre: « Yo, ... te quiero a ti, ... como esposa (como esposo) y me entrego a ti, y prometo serte fiel... todos los días de mi vida ». Y al mismo tiempo, la familia es el centro y el corazón de la civilización del amor. Es importante que las familias traten de construir entre ellas lazos de solidaridad. JOSE Querida Enemiga. La paternidad y maternidad humanas, aun siendo biológicamente parecidas a las de otros seres de la naturaleza, tienen en sí mismas, de manera esencial y exclusiva, una «semejanza» con Dios, sobre la que se funda la familia, entendida como comunidad de vida humana, como comunidad de personas unidas en el amor (communio personarum). Todos están llamados a ser Iglesia gloriosa, santa e inmaculada. ¿Cuál es el mayor deseo del hombre? Éste es el «gran misterio» del amor eterno ya presente antes en la creación, revelado en Cristo y confiado a la Iglesia. Los padres son los primeros y principales educadores de sus propios hijos, y en este campo tienen incluso una competencia fundamental: son educadores por ser padres. Ap 1, 17-18). Y Dios no encuentra garantía mejor que ésta: «Honra». Amadísimas familias: 1. San Pablo enseña que este recíproco compromiso es un «gran misterio» (Ef 5, 32). En cambio, no lo pueden ser las otras uniones interpersonales que no responden a las condiciones recordadas antes, a pesar de que hoy día se difunden, precisamente sobre este punto, corrientes bastante peligrosas para el futuro de la familia y de la misma sociedad. La honra es una actitud esencialmente desinteresada. De este «centro» de nuestra redención arranca todo proceso de educación cristiana, que al mismo tiempo es siempre educación para la plena humanidad. Conviene hacer realmente todos los esfuerzos posibles para que la familia sea reconocida como sociedad primordial y, en cierto modo, «soberana». Todo esto es obra del Hijo de Dios, el Esposo divino, que nos ha transmitido el reino del Padre y nos recuerda a nosotros, sus discípulos: «El reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc 17, 21). Dios nos ha amado siempre, Él no odia ni rechaza a nadie; somos nosotros los que muchas veces lo rechazamos a Él por el pecado. La celebración del Año de la familia me ofrece la grata oportunidad de llamar a la puerta de vuestros hogares, deseoso de saludaros con gran afecto y de acercarme a vosotros. En el ámbito de la educación la Iglesia tiene un papel específico que desempeñar. Nuestra fe nos enseña que Jesucristo, que «está sentado a la derecha del Padre», vendrá para juzgar a vivos y muertos. La paternidad divina, según san Pablo, es el modelo originario de toda paternidad y maternidad en el cosmos (cf. MATERIA CIVIL EN LA CIUDAD DE MÉXICO GERARDO FERNANDO XXXXXXXXX, por mi propio derecho, personalidad debidamente acreditada en el juicio de Amparo señalado al rubro, ante Usted, comparezco para … Ante todo esto, ¡qué actuales y alentadoras resultan las palabras del apóstol Pablo sobre la libertad con que Cristo nos ha liberado, y sobre la esclavitud causada por el pecado (cf. Cada una de estas «grandes» sociedades debe tener en cuenta, al menos indirectamente, la existencia de la familia; por esto, la definición de los cometidos y deberes de la «gran» sociedad para con la familia es una cuestión extremamente importante y esencial. Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida. Sabéis que él es el buen Pastor y que conocéis su voz. Por tanto, no es exagerado afirmar que la vida de las naciones, de los Estados y de las organizaciones internacionales «pasa» a través de la familia y «se fundamenta» en el cuarto mandamiento del Decálogo. ¿Un don para la sociedad? Tanto en una como en otra hipótesis, el vínculo de la familia con el grupo étnico o con la nación se basa ante todo en la participación en la cultura. ¡Sé hombre! Por esto, la oración de la comunidad familiar puede convertirse en ocasión de recuerdo común y recíproco; en efecto, la familia es comunidad de generaciones. Cristo la reveló en el evangelio, con su presencia en Caná de Galilea, con el sacrificio de la cruz y los sacramentos de su Iglesia. Sin embargo, en el ámbito del matrimonio y de la familia esa responsabilidad se hace, por muchas razones, más « exigente » aún. La generación es, por consiguiente, la continuación de la creación[16]. Que el Señor Jesús nos recuerde estas cosas con la fuerza y la sabiduría de la cruz (cf. El hijo viene a ocupar un espacio, mientras parece que en el mundo cada vez haya menos. El educador es una persona que «engendra» en sentido espiritual. Y en esta relación se pueden encontrar también otros comportamientos, en los que Jesús se presenta también como el hombre rechazado. Ap 3, 20). Podría parecer que, destinando al hombre a la vida divina, Dios lo apartara definitivamente de su existir «por sí mismo»[19]. 13, 1-13). Estos pensamientos y deseos impuros son pecado cuando la voluntad se complace en ellos, aunque no se realice el acto impuro; pero no son pecado cuando la voluntad no los consiente y procura rechazarlos. Hablo con la fuerza de su verdad al hombre de nuestro tiempo, para que comprenda qué grandes bienes son el matrimonio, la familia y la vida; y qué gran peligro constituye el no respetar estas realidades y una menor consideración de los valores supremos en los que se fundamentan la familia y la dignidad del ser humano. El bien común de toda la sociedad está en el hombre que, como se ha recordado, es « el camino de la Iglesia »[27]. ¿Qué relación hay entre la vida de la persona y su participación en la vida trinitaria? Rafaela. Sin este concepto del hombre, de la persona y de la «comunión de personas» en la familia, no puede haber civilización del amor; recíprocamente, sin ella es imposible este concepto de persona y de comunión de personas. La separación entre espíritu y cuerpo en el hombre ha tenido como consecuencia que se consolide la tendencia a tratar el cuerpo humano no según las categorías de su específica semejanza con Dios, sino según las de su semejanza con los demás cuerpos del mundo creado, utilizados por el hombre como instrumentos de su actividad para la producción de bienes de consumo. Ef 3, 14-15) y, con las mismas palabras de la oración al Padre, que él mismo nos enseñó, ofrezca una vez más el testimonio del amor con que nos «amó hasta el extremo» (Jn 13, 1)! El adolescente encuentra nuevas personas y nuevos ambientes, concretamente los maestros y compañeros de escuela, que ejercen en su vida una influencia que puede resultar educativa o antieducativa. Querida Enemiga. Verdad, ésta, que es obvia en su simplicidad y profundidad, no obstante la complejidad, y también la eventual patología, de la estructura psicológica de ciertas personas. En efecto, los padres no son capaces de satisfacer por sí solos las exigencias de todo el proceso educativo, especialmente lo que atañe a la instrucción y al amplio sector de la socialización. En su núcleo esencial esta visión no ha cambiado ni siquiera en nuestros días. El racionalismo moderno no soporta el misterio. El amojonamiento puede comprender tres operaciones que son: el deslinde, o fijación de las pertenencias legítimas de cada una de las heredades contiguas, mediante el examen de los títulos de propiedad y demás pruebas aducidas por los interesados; el apeo operación material de medir las tierras ya deslindadas; y el amojonamiento , propiamente dicho, la colocación de señales ya … El Noveno mandamiento El Privilegio de Amar El premio mayor El Rico y Lázaro [121] El vuelo de la victoria [122] En nombre del amor En tierras salvajes [123] Enamorada Enamorándome de Ramón [124] Entre el amor y el odio [125] Esperanza del Corazón [126] Fuego en la sangre Gotita de amor Hasta el fin del mundo ¿Es éste un buen servicio a la verdad sobre el hombre? Siguiendo a Cristo, «que vino» al mundo «para servir» (Mt 20, 28), la Iglesia considera el servicio a la familia una de sus tareas esenciales. [7] Gaudium et spes, segunda parte, cap. El proceso de la concepción y del desarrollo en el seno materno, el parto, el nacimiento, sirven para crear como un espacio adecuado para que la nueva criatura pueda manifestarse como « don ». El Juego de la Vida. No acepta el misterio del hombre, varón y mujer, ni quiere reconocer que la verdad plena sobre el hombre ha sido revelada en Jesucristo. La fuente más rica para el conocimiento del cuerpo es el Verbo hecho carne. [14] Rituale Romanum, «ordo celebrandi matimonium», n. 60, editio typica altera, p. 17. En la solemne «bendición nupcial», durante el rito del matrimonio, el celebrante implora al Señor: «Infunde sobre ellos (los novios) la gracia del Espíritu Santo, a fin de que, en virtud de tu amor derramado en sus corazones, permanezcan fieles a la alianza conyugal»[8]. El amor de los esposos y de los padres tiene la capacidad de curar semejantes heridas, si las mencionadas insidias no le privan de su fuerza de regeneración, tan benéfica y saludable para la comunidad humana. ¡Ninguna sociedad humana puede correr el riesgo del permisivismo en cuestiones de fondo relacionadas con la esencia del matrimonio y de la familia! En efecto, han sido comprados a un precio elevado, al precio de la entrega más sincera posible, la sangre de Cristo, en la que participan por medio del sacramento. Es necesario rezar para que los esposos amen su vocación, incluso cuando el camino resulta difícil o encuentra tramos angostos y escarpados, aparentemente insuperables; hay que rezar para que incluso entonces sean fieles a su alianza con Dios. El amor, con que el esposo «amó hasta el extremo» a la Iglesia, hace que ella se renueve siempre y sea santa en sus santos, aunque no deja de ser una Iglesia de pecadores. El filósofo que formuló el principio «Cogito, ergo sum»: «Pienso, luego existo», ha marcado también la moderna concepción del hombre con el carácter dualista que la distingue. El Pecado de Oyuki. Unívoca y categórica es la ley de Dios respecto a la vida humana. Así se comprende por qué la Iglesia defiende con energía la identidad de la familia y exhorta a las instituciones competentes, especialmente a los responsables de la política, así como a las organizaciones internacionales, a no caer en la tentación de una aparente y falsa modernidad. Estos motivos pueden llevarlos a la tentación de no desear otro hijo[26]. 1 Jn 2, 16) o a un recíproco «uso» del hombre y de la mujer, hace a las personas esclavas de sus debilidades. Para la cultura de la satisfacción el «fruto bendito de tu seno» (Lc 1, 42) llega a ser, en cierto modo, un «fruto maldito». Mientras escribo esta Carta tengo presentes a todos estos esposos y les abrazo con mi afecto y mi oración. Ante todo, el bien común de los esposos, que es el amor, la fidelidad, la honra, la duración de su unión hasta la muerte: «todos los días de mi vida». Hasta que la Plata nos Separe. Precisamente este amor «soportará todo». En cierto sentido, aún lo es más allí donde la familia atraviesa crisis internas, o está sometida a influencias culturales, sociales y económicas perjudiciales, que debilitan su solidez interior, si es que no obstaculizan su misma formación. A través de la familia discurre la historia del hombre, la historia de la salvación de la humanidad. Ésta es una pregunta clave, de gran interés, tanto para el inicio como para el final de la existencia terrena: es importante para todo el curso de la vida. La familia, al participar del patrimonio cultural de la nación, contribuye a la soberanía específica que deriva de la propia cultura y lengua. Esto sucede cuando se aleja de aquel «gran misterio» del que habla el Apóstol. La maternidad, con todos los esfuerzos que comporta, debe obtener también un reconocimiento económico igual al menos que el de los demás trabajos afrontados para mantener la familia en una fase tan delicada de su existencia. Wersja polska Wersja TVN. María, Madre de Dios, concibe por obra del Espíritu Santo, del cual proviene el «amor hermoso», que el evangelio sitúa delicadamente en el contexto del «gran misterio». La paternidad y la maternidad humanas están basadas en la biología y, al mismo tiempo, la superan. Estas sociedades, especialmente las naciones, gozan de subjetividad propia en la medida en que la reciben de las personas y de sus familias. La potencial riqueza, constituida por cada hombre que nace y crece en la familia, es asumida responsablemente de modo que no degenere ni se pierda, sino que se realice en una humanidad cada vez más madura. Lo que Pablo llamará el «gran misterio» encuentra en la Sagrada Familia su expresión más alta. Este hombre, todo hombre, es creado por Dios «por sí mismo». Sin embargo, conviene profundizarla, analizando el significado del acto conyugal a la luz de los mencionados valores de la « persona » y de la « entrega ». Se puede decir también que la historia del «amor hermoso» comenzó, en cierto modo, con la primera pareja humana, Adán y Eva. Gn 2, 24; Ef 5, 31-32), es decir, en la realidad del matrimonio y de la familia. Y esto se deduce también del cuarto mandamiento. De este modo, Aquel que es «Dios de Dios y Luz de Luz» se convierte en Hijo del hombre; María es su Madre, sin dejar de ser la Virgen que «no conoce varón» (cf. El «amor hermoso» se aprende sobre todo rezando. Mediante su «pasión», completan «lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1, 24). Jn 6, 37-40), quien nos ha redimido previamente para introducirnos en ella (cf. Este bien común está representado por el hombre, por el valor de la persona y por todo lo que representa la medida de su dignidad. Lo abre a las demás personas, a la vida «en comunión», particularmente al matrimonio y a la familia. Esta carta a las familias quiere ser ante todo una súplica a Cristo para que permanezca en cada familia humana; una invitación, a través de la pequeña familia de padres e hijos, para que él esté presente en la gran familia de las naciones, a fin de que todos, junto con él, podamos decir de verdad: «¡Padre nuestro!». El egoísmo, en cualquiera de sus formas, se opone directa y radicalmente a la civilización del amor. Jn 13, 1). Los primeros meses de su presencia en el seno materno crean un vínculo particular, que ya tiene un valor educativo. Para expresar la comunión entre generaciones, el divino Legislador no encontró palabra más apropiada que ésta: «Honra...» (Ex 20, 12). El amor conyugal se manifiesta en la educación, como verdadero amor de padres. Con lógica coherencia concluye Jesús: «De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Queda una segunda parte por traducir, atendiendo a la raíz lingüística de la que deriva, que cubre el campo semántico del bienestar, de la salvaguarda, de la salud, de la paz. Dios desea su nacimiento del Espíritu Santo; los quiere como hijos adoptivos en el Hijo unigénito que les da «poder de hacerse hijos de Dios» (Jn 1, 12). 531. Si al dar la vida los padres colaboran en la obra creadora de Dios, mediante la educación participan de su pedagogía paterna y materna a la vez. Presentándose como «esposo», Jesús revela, pues, la esencia de Dios y confirma su amor inmenso por el hombre. Simeón habla de «luz» y de «signo de contradicción»; después predice a María: «A ti misma una espada te atravesará el alma» (cf. Os hago, pues, una invitación: una invitación dirigida especialmente a vosotros, queridos esposos y esposas, padres y madres, hijos e hijas. Los peligros que incumben sobre el amor constituyen también una amenaza a la civilización del amor, porque favorecen lo que es capaz de contrastarlo eficazmente. En este entregarse recíproco se manifiesta el carácter esponsal del amor. Está con todos nosotros y está con la Iglesia. Que te Perdone Dios … Yo No. En efecto, la familia es una comunidad de personas, para las cuales el propio modo de existir y vivir juntos es la comunión: communio personarum. Desea que todos os veáis reflejados en estas palabras, que «son espíritu y son vida» (Jn 6, 63). Wersja polska. Es mucho más por su vocación al amor, que lo introduce como varón y mujer en la dimensión del «gran misterio». Que manda el sexto y el noveno mandamiento resumen ayudenme pls curso:religion 2 Ver respuestas Publicidad Publicidad dennismacias dennismacias 6.No cometerás actos impuros ... que nos indica el codigo 27337-art sobre la proteccion por el estado desde la … Esto también lo ha recordado recientemente la encíclica Veritatis splendor[52]. Kotka (hiszp. Después del Concilio, otro punto importante de referencia es la exhortación apostólica Familiaris consortio, de 1981. El misterio de Dios-hombre se compendia, en cierto modo, en el acontecimiento bautismal: «Jesucristo nuestro Señor, Hijo de Dios âdirá más tarde san Ireneo, y con él varios Padres de la Iglesia de Oriente y de Occidenteâ se hizo hijo del hombre para que el hombre pudiera llegar a ser hijo de Dios»[44]. La «honra» es ciertamente útil, como «útil» es todo verdadero bien. Se podría decir que el nuevo canon del arte, atento a la dimensión profunda del hombre y de su futuro, arranca del misterio de la encarnación de Cristo, inspirándose en los misterios de su vida: el nacimiento en Belén, la vida oculta en Nazaret, la misión pública, el Calvario, la resurrección y su ascensión a los cielos. Ninguno de los seres vivientes, excepto el hombre, ha sido creado «a imagen y semejanza de Dios». Ellos también deben «honrar» a sus propios hijos, sean pequeños o grandes, y esta actitud es indispensable durante todo el proceso educativo, incluido el escolar. Así el hombre deja de vivir como persona y sujeto. Hermanos y Hermanas. Lista de telenovelas do México e Salvador Sánchez têm 21 coisas em comum (em Unionpedia): Alborada, Alegrijes y rebujos, Aventuras en el tiempo, Buscando el paraíso, El Bienamado, El noveno mandamiento, El vuelo del águila, La casa en la playa, La dueña, La fuerza del amor, La que no podía amar, La verdad oculta, Luz y sombra, Mi pecado, Misión S.O.S, Peregrina … El amor que hay en él y que de él va más allá de los confines de las historias personales o familiares, sobrepasa los confines de la historia de la humanidad. El individualismo es, por tanto, egocéntrico y egoísta. ¡No tengáis miedo de los riesgos! Es el asombro que reflejan las palabras del Cantar de los cantares: «Me robaste el corazón, hermana mía, novia, me robaste el corazón con una mirada tuya» (Ct 4, 9). ¡Que se eleve incesantemente durante este año la oración de la Iglesia, la oración de las familias, «iglesias domésticas»! «Honra» quiere decir: reconoce, o sea, déjate guiar por el reconocimiento convencido de la persona, de la del padre y de la madre ante todo, y también de la de todos los demás miembros de la familia. Sabe, además, que normalmente el hombre sale de la familia para realizar, a su vez, la propia vocación de vida en un nuevo núcleo familiar. La «comunidad», en cambio, supera este esquema apuntando hacia una «sociedad», un «nosotros». La civilización del amor, con el significado actual del término, se inspira en las palabras de la constitución conciliar Gaudium et spes: «Cristo... manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación»[34]. A este tesoro de verdad acuden todas las generaciones de los discípulos de Cristo, comenzando por los Apóstoles, de cuya enseñanza nos hemos aprovechado abundantemente en esta carta. En la celebración del sacramento, los esposos se entregan y se reciben recíprocamente, declarando su disponibilidad a acoger y educar la prole. El hombre debe reconocer y aceptar el resultado de una decisión que también ha sido suya. 2. Ésta va unida a la identidad propia del matrimonio y de la familia. Es una comunicación vital, que no sólo establece una relación profunda entre educador y educando, sino que hace participar a ambos en la verdad y en el amor, meta final a la que está llamado todo hombre por parte de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cristo, en la nueva alianza, consolida y lleva a cabo la comunión esponsal entre Dios y su pueblo. Su última cena y sus palabras pronunciadas entonces conservan toda la fuerza y la sabiduría del sacrificio de la cruz. Mt 22, 37). Sin embargo, en el caso del hombre, esta dimensión «cósmica» de semejanza con Dios no basta para definir adecuadamente la relación de paternidad y maternidad. Su clave interpretativa está en el principio de la «imagen» y «semejanza» de Dios, que el texto bíblico pone muy de relieve (Gn 1, 26). ¡Cómo asombrarse de la concesión de Moisés ante las peticiones de sus compatriotas, si también los mismos Apóstoles, al escuchar las palabras del Maestro, le replican: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse» (Mt 19, 10)! José obedece el mensaje divino y actúa según lo que le ha sido mandado (cf. Asimismo, la familia es sujeto más que otras instituciones sociales: lo es más que la nación, que el Estado, más que la sociedad y que las organizaciones internacionales. Pero la Biblia, en cambio, dice: "No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca“ (Éx. He aquí la razón por la cual la presente carta ha querido inspirarse en las exhortaciones apostólicas que encontramos en los escritos de Pablo (cf. En aquel momento, los esposos pueden convertirse en padre y madre, iniciando el proceso de una nueva existencia humana que después se desarrollará en el seno de la mujer. Pero todos pueden comprender inmediatamente cómo la aplicación de tales criterios al hombre conlleva enormes peligros. El día de Pentecostés, este hombre recibió el Espíritu Paráclito, el Espíritu de verdad. También tiene mucho que decir a los hombres, empezando por la recíproca comunión de personas unidas por lazos familiares. Podría decirse que es «una entrega sincera de la persona a la persona» y, en este sentido, la honra coincide con el amor. Dios nos da un tiempo para arrepentirnos, pero no es un tiempo sin límite. Todos los «derechos del hombre» son, en definitiva, frágiles e ineficaces, si en su base falta el imperativo: «honra»; en otras palabras, si falta el reconocimiento del hombre por el simple hecho de que es hombre, «este» hombre. La familia, como comunidad de amor y de vida, es una realidad social sólidamente arraigada y, a su manera, una sociedad soberana, aunque condicionada en varios aspectos. A la luz de la tradición y del magisterio conciliar, se puede afirmar que no se trata sólo de confiar a la Iglesia la educación religioso-moral de la persona, sino de promover todo el proceso educativo de la persona «junto con» la Iglesia. en particular Gaudium et spes, 47-52. Inmensamente más grande que el mal, que actúa en el mundo, es la eficacia del sacramento de la reconciliación, llamado acertadamente por los Padres de la Iglesia «segundo bautismo». Es preciso que en la familia se ore por cada uno, según la medida del bien que para él constituye la familia y del bien que él constituye para la familia. Ciertamente, sólo las familias espiritualmente maduras pueden afrontar de manera adecuada esta tarea. ¿Por qué hace esto la Iglesia? Hermanos y Hermanas. Televisa is a Mexican multimedia mass media company (or television network) founded in 1951 by Emilio Azcárraga Jean. ¿Quién puede negar que la nuestra es una época de gran crisis, que se manifiesta ante todo como profunda «crisis de la verdad»? Mediante la comunión de personas, que se realiza en el matrimonio, el hombre y la mujer dan origen a la familia. En efecto, abandonar esta verdad salvífica sería como cerrar « los ojos del corazón » (cf. Cuando hablamos del «amor hermoso», hablamos, por tanto, de labelleza: belleza del amor y belleza del ser humano que, gracias al Espíritu Santo, es capaz de este amor. : bien común de la familia y de la humanidad, de cada grupo y de las múltiples estructuras sociales. En tales casos, habrá que pensar en recurrir a los servicios ofrecidos por los consultorios matrimoniales y familiares, mediante los cuales es posible encontrar ayuda, entre otros, de psicólogos y psicoterapeutas específicamente preparados. Hermanos y Hermanas. Debéis nacer «de agua y de Espíritu» (Jn 3, 5). [51] S. Atanasio, De Incarnatione Verbi, 54: PG 25, 191-192. Ambos son responsables de la potencial, y después efectiva, paternidad y maternidad. [20] S. Agustín, Confesiones, I, 1: CCL, 27, 1. Gn 2, 24), pone de relieve la elección consciente y libre, que es el origen del matrimonio, convirtiendo en marido a un hijo y en mujer a una hija. Recuerdo gustoso estas palabras del Apóstol, a las que me he referido en la primera parte de la presente carta. «Estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). ¿Cristo es, pues, juez? No admite que otro «quiera» o exija algo de él en nombre de una verdad objetiva. Esto hay que afirmarlo claramente, como se reivindica cualquier otro derecho relativo al trabajo. Ver Telenovelas Online te ofrece la oportunidad de ver las mejores novelas HD gratis. De la L a la M. La Esclava Blanca. Con ella se relaciona la genealogía de cada hombre: la genealogía de la persona. Qué Bonito Amor. Estudios sobre las Escrituras inspiradas e información relacionada. María entró la primera en esta dimensión, e introdujo también a su esposo José. En efecto, se reprocha frecuentemente al Magisterio de la Iglesia que está ya superado y cerrado a las instancias del espíritu de los tiempos modernos; que desarrolla una acción nociva para la humanidad, más aún, para la Iglesia misma. En efecto, él viene al mundo en el seno de una familia, por lo cual puede decirse que debe a ella el hecho mismo de existir como hombre. Él habría tenido derecho a considerar a la novia como su mujer y madre de sus hijos. Un fenómeno no menos grave, incluso porque consigue vasta conformidad o consentimiento de opinión pública, es el de las legislaciones que no respetan el derecho a la vida desde su concepción. El misterio divino de la encarnación del Verbo está, pues, en estrecha relación con la familia humana. Cuando el cuerpo humano, considerado independientemente del espíritu y del pensamiento, es utilizado como un material al igual que el de los animales âesto sucede, por ejemplo, en las manipulaciones de embriones y fetosâ, se camina inevitablemente hacia una terrible derrota ética. La familia, comunidad de personas, es, por consiguiente, la primera «sociedad» humana. El consentimiento matrimonial define y hace estable el bien que es común al matrimonio y a la familia. [8] Rituale Romanum, «ordo celebrandi matimonium», n. 74, editio typica altera, p. 26. ¿Por qué sucede esto? Pero, ¿cómo se puede sostener que la Iglesia, y de modo especial el Episcopado en comunión con el Papa, sea insensible a problemas tan graves y actuales? Hasta que la plata nos separe 2022. A este respecto, la Santa Sede publicó en el año 1983 la Carta de los derechos de la familia, que conserva aún hoy toda su actualidad. Ésta es también la primera afirmación de que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad: ambos son igualmente personas. De la L a la M. ... El Noveno Mandamiento. Actúa en él la poderosa fuerza de Cristo, redentor del hombre y salvador del mundo. Se trata así de «tranquilizar» las conciencias, creando una «coartada moral». Es el tesoro que se acumula a partir de la rica tradición de la antigua alianza, se completa en la nueva y encuentra su expresión plena y emblemática en el misterio de la Sagrada Familia, en la cual el Esposo divino obra la redención de todas las familias. Qué Bonito Amor. El concilio Vaticano II habla de la semejanza con Dios usando términos muy significativos. La Sagrada Familia es el comienzo de muchas otras familias santas. 4, ad 2. Tantos hombres y mujeres hacen propia esta verdad llegando a entrever que sólo en ella encuentran « la Verdad y la Vida » (Jn 14, 6). ¡Sí, el hombre es un bien común! La mejor página para ver novelas online al alcance de un clic☝️ ... Porque el Amor Manda. Noveno Mandamiento No consentirás pensamientos ni deseos impuros. Hasta que el dinero nos separe ... 90 Capitulos. amor; gozo; paz; longanimidad; benignidad; fe; mansedumbre; templanza. [16] Cf. Quien ha dado el cuarto mandamiento a la humanidad es un Dios «benévolo» con el hombre, (filanthropos, decían los griegos). En la familia es donde se forman las piedras vivas del edificio espiritual, del que habla el apóstol Pedro (cf. Los Apóstoles, antes temerosos incluso respecto al matrimonio y la familia, se hicieron valientes. La persona se realiza mediante el ejercicio de la libertad en la verdad. ... Porque el Amor Manda. ¿Qué hacer si tengo pensamientos impuros? Es importante que la «comunión de las personas» en la familia sea preparación para la «comunión de los santos». AÑO INTERNACIONAL DE LA FAMILIA- 1994. Y el amor puede ser profundizado y custodiado solamente por el amor, aquel amor que es «derramado» en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5, 5). 2531 La pureza del corazón nos alcanzará el ver a Dios: nos da desde ahora la posibilidad de ver todo según Dios. En la oración todos deben estar presentes: los que viven y quienes ya han muerto, como también los que aún tienen que venir al mundo. La civilización del amor evoca la alegría: alegría, entre otras cosas, porque un hombre viene al mundo (cf. Esta «fuerza del hombre interior» es necesaria en la vida familiar, especialmente en sus momentos críticos, es decir, cuando el amor âmanifestado en el rito litúrgico del consentimiento matrimonial con las palabras: «Prometo serte fiel... todos los días de mi vida»â está llamado a superar una difícil prueba. Por esto la Iglesia confiesa y anuncia el amor que «todo lo soporta», viendo en él, con san Pablo, la virtud «mayor» (cf. Los Diez Mandamientos o Decálogo son las «diez palabras» que recogen la Ley dada por Dios al pueblo de Israel durante la Alianza hecha por medio de Moisés (Ex 34, 28). Supone un reto para la política de cada Estado y un objeto de reflexión para la doctrina social de la Iglesia. He encontrado casos difíciles de rebelión y rechazo, pero al mismo tiempo tantas personas muy responsables y generosas. Ef 3, 14-15), especialmente de la maternidad y paternidad humanas. W Polsce telenowela była emitowana na antenie TVN.Pierwszy odcinek wyemitowano 12 marca 1999 o godzinie 18.00.Opracowaniem wersji polskiej zajęło się ITI Film Studio.Lektorem serialu był Mirosław Utta.. Wersja TV4 i TV6.
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